Fernando Adalid golpeó y estranguló a su novia, la doctora Gloria Sanz, en una discusión sentimental que mantuvieron en casa de la mujer el mismo día de su desaparición y después la trasladó en el maletero de su taxi hasta el bosque de Vallirana donde ayer apareció el cadáver y donde el presunto homicida fue visto 14 días antes del crimen.

La autopsia practicada ayer al cadáver confirmó que la doctora murió estrangulada tras los golpes que presuntamente le propinó en la cabeza Fernando Adalid, que hoy pasará a disposición judicial acusado de un delito de homicidio, aunque se podría elevar a asesinato si se confirma que planificó el crimen, según ha explicado el fiscal jefe de Tarragona, José María Parra.

La posibilidad de que el crimen fuera premeditado se perfila tras conocerse que dos vecinos vieron a Fernando Adalid provisto de una pala en los alrededores del bosque de Vallirana donde fue hallado el cadáver 14 días antes de la desaparición de la doctora, aunque no lo reconocieron hasta que no se difundió su foto.

Fuentes de la investigación han apuntado que Adalid trasladó el cadáver de su novia el mismo día de la muerte a ese paraje y que, aunque inicialmente pensó en enterrar el cuerpo, desistió de esta idea porque el terreno era de roca calcárea y muy difícil de excavar, así que acabó dejándola entre unos matorrales. La familia de la doctora, que tenía 28 años en el momento de su muerte, ha pedido que Fernando Adalid «pague por todo lo que ha hecho» y que «no descanse nunca, nunca, nunca» porque Gloria «no se merecía eso», al tiempo que ha agradecido las muestras de apoyo que recibió durante los 24 días que tardó en aparecer el cadáver de la doctora.