El bebé que sufrió una parálisis parcial nació en octubre de 2000 en Can Misses.

El ginecólogo de Can Misses que se ha visto procesado tras responsabilizársele de las lesiones cerebrales sufridas por un bebé que nació en este hospital a finales de octubre de 2000 y cuyo alumbramiento se produjo después de que el facultativo empleara ventosas para su extracción se encuentra ahora pendiente de que se desmenuce en su juicio el informe forense que le llevó ayer al banquillo. Sólo éste apoya las sospechas de la comisión de una presunta negligencia en que se basó la acusación particular para pedir al médico una condena de dos años y medio de cárcel y el pago de al menos de 225.000 euros.

El juicio quedó supeditado a la declaración de la médico forense que en su día redactó dicho informe y que ayer no compareció.Los anteriores peritos que prestaron su testimonio no observaron ninguna irregularidad profesional en el parto, hechos por los que el fiscal no presenta acusación en este caso contra el médico, un ginecólogo con más de veinte años de ejercicio en Eivissa.

La niña, nacida de una madre soltera de 18 años y vecina de Sant Antoni, sufrió un infarto cerebral. La acusación particular entiende que ello se debió al uso de las ventosas, acción que se pudo evitar sí a la mujer se le hubiera sometido a una cesárea. La defensa, por contra, mantiene que precisamente fue la pericia del médico lo que evitó posiblemente daños mayores cuando el parto se complicó al no poder la madre continuar con la expulsión del bebé por métodos naturales. La madre aseguró ayer que no se le ofrecieron calmantes ni epidural. Es más, relató a la jueza cómo, una vez sabidas las dolencias de su hija, fue visitada por el facultativo y éste -siempre según su versión- le dio a entender que «con dinero se podía solucionar y callar lo ocurrido». Incluso, afirmó que el ginecólogo se le subió materialmente encima durante el parto. Todos estos extremos fueron taxativamente negados por el acusado y suscritos del mismo modo por la comadrona que asistió al parto, persona que no evitó una exclamación de sorpresa cuando se le preguntó si el médico se incorporó sobre le vientre de la mujer.