Una intervención de Cruz Roja permitió ayer acabar con la situación que causó un improvisado bañista, al parecer una persona con problemas de toxicomanía y con sus facultades mentales perturbadas, después de que éste fuera visto bañándose desnudo en pleno puerto de Eivissa, junto a la estación marítima de los barcos que cubren la línea con Formentera.

«Estaba muy agitado. Fue necesario inmovilizarlo en el agua y llevarlo nadando durante unos 20 metros hasta el bordillo del muelle. Allí lo cogió la policía y luego le evacuó una ambulancia», explicó Lucas Delbon, coordinador de playas de Cruz Roja y persona que llevó a cabo el 'salvamento'.

Los hechos tuvieron lugar poco antes de las dos de la tarde. La situación de riesgo del bañista y su extraño comportamiento obligó a interrumpir la entrada y salida de los rápidos y de cualquier embarcación que quisiera acceder a esta zona del puerto ante el peligro de que las hélices pudieran causarle daño. «No había ningún peligro en principio de que se ahogara», añadió Delbon. El 'rescate' movilizó sobre las una y media de la tarde no sólo al personal portuario y a Cruz Roja ha sino también al Cuerpo Nacional de Policía y al 061. El perturbado fue obligado a deponer su actitud después de que se lograra llegar hasta donde nadaba con el concurso del práctico del puerto de Eivissa y con su lancha. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y el socorrista subieron a bordo. «Se negaba a salir del agua y estaba muy nervioso. No paraba de hablar», explicaron las mismas fuentes. Al final, el socorrista pudo vencer la fuerte resistencia del bañista y llevarlo hasta la zona del Club Náutico.