La Guardia Civil, con patrullas en las zonas calientes de tráfico de drogas a pequeñas escala y operaciones selectivas en zonas de ocio y discotecas, está llevando este verano el peso de la lucha contra el 'menudeo'. Estos servicios están siendo reforzados por el trabajo que a la par están desempeñando las policías locales, en especial la de Sant Antoni.

Tres senegaleses sorprendidos por la Policía Local en la madrugada de ayer con 60 éxtasis en la zona del paseo marítimo y un italiano, Renato G., de 27 años, descubierto por la Guardia Civil en las inmediaciones de una discoteca de Platja d'en Bossa con 25 pastillas, han sido los últimos en caer dentro de una larga lista de sospechosos que en los últimos dos meses se eleva a 70, según los datos recogidos día a día por este periódico. Gracias a estos servicios, se han decomisado en su conjunto más de 2.500 comprimidos de éxtasis, aparte de pequeñas cantidades de cocaína y hachís.

El goteo de pequeños traficantes es continuo, un hecho que evidencia que, pese a lo que apuntan muchas estadísticas oficiales, el consumo de drogas de diseño sigue primando en las zonas turística e Eivissa desempeña un papel fundamental dentro de este mapa. Una buena parte de los detenidos fueron sorprendidos en los alrededores e interiores de discotecas de Sant Antoni y Platja den Bossa. Otras zonas calientes son ses Variades, el West End y el paseo de Ses Fonts.

Los agentes del puesto fiscal de la Guardia Civil de Eivissa han resuelto con una docena de detenidos los distintos controles que esta temporada están llevando a cabo en las entradas y salidas de la isla. La mayor parte de los sospechosos trabajaban para redes colombiana con ramificaciones o contactos en Eivissa. De hecho, la práctica está demostrando que las líneas regulares de pasaje son utilizadas por las redes colombianas como medio principal par introducir estupefacientes en Eivissa, especialmente cocaína. Los traficantes arriesgan en cada viaje como mucho cantidades de medio kilo. Lo normal está siendo un cuarto. Los agentes del puesto fiscal han requisado en dos meses cerca de dos kilos de coca y varios de hachís