Cerca de doce horas necesitó un turista sevillano para formular la denuncia en Comisaría que informaba de la sustracción de su cartera y de su documentación. El afectado, un joven sevillano de 30 años que llegó a la isla para visita a su hermano, fue víctima de un hurto cuando se disponía a subirse a un autobús en la parada de Isidoro Macabich. Allí comenzó un periplo que concluyó en las dependencias del Cuerpo Nacional de policía a las 0.24 horas de ayer, según recoge el agente que recogió la denuncia.

Todo comenzó al mediodía de anteayer cuando el turista iba a pagar el billete para un trayecto a ses Salines. «Todo fue muy rápido. Me faltaban 20 céntimos tras sacar el dinero y cuando fui a echar mano del la cartera de la bolsa, me di cuenta de que ésta ya no estaba», explicó.

Él mismo relató a este periódico que se encontró con un agente de la Policía Local y éste le informó que debía interponer la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional. «Tengo que viajar y no puedo ir indocumentado, así que me decidía a ir inmediatamente a Comisaría», añadió.

El turista llegó a la oficina de denuncia y se encontró con una cola de diez personas. «Enseguida me tomaron los datos pero era las tres y media de la tarde y la situación apenas había avanzado. Poco después sale el funcionario y nos dice que él se va a comer y que lo mejor es que vuelva más tarde, según le contó a un señor ibicenco».

La misma estampa se repitió una hora después. «Fue entonces cuando otro policía me explicó que podía denunciar por teléfono. Le dije que me urgía todo porque me iba de viaje y él mismo me señaló que usara este conducto y que volviera sobre las diez de la noche que era cuando no iba a haber nadie», señaló el turista.

Añadió que «lo peor fue cuando regresé. Había más gente. Un chico perdió los nervios después de que le pidieran que se fuera a su casa a ponerse una camisa y éste, a vivo grito, dijera le habían robado mil euros y que no tenía nada más que ponerse». Según el testimonio del turista, que relató a este periódico lo sucedido, todo concluyó con portazos y malos modos por parte del citado joven. «Durante todo este tiempo el baile de personas que entraba y salía, sin ninguna explicación y sin respetarse turno aparente fue continuo», agregó. El turista firmó a las 0.18 horas su denuncia en la que detallaba la sustracción de la cartera de una cartera marrón con una tarjeta de crédito, un carnet de afiliado de CC.OO y 25 euros en efectivo.