El inglés detenido por la Guardia Civil después de que una turista de Sant Antoni le denunciara por violación quedó libre tras pasar judicial al no encontrarse, al parecer, pruebas claras, tras la investigación y los reconocimientos médicos, que evidenciaran lesiones sexuales como sí se apreciaron en otro caso registrado también la semana pasada y cuyo sospechoso está pendiente de ser localizado.