El juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa ha citado para hoy al turista británico que fue detenido por la Guardia Civil el verano pasado después de que falleciera un compatriota suyo como consecuencia de las heridas sufridas en una pelea que tuvo lugar en Port des Torrent. En el banquillo también tendrá que sentarse el médico que atendió a la víctima, persona que, según la declaración del facultativo, no quiso quedar ingresada pese a que éste le advirtió de que podía sufrir lesiones cerebrales muy graves.

El caso, tras la instrucción e investigación judicial, ha terminado convirtiéndose en una causa de homicidio imprudente por la que se piden penas de cárcel e inhabilitación.

Richard John Caisley, de 19 años, perdió la vida en agosto del año pasado después de que saliera en defensa de una amigas con las que iba cuando un grupo de turistas británicos tuvo una disputa con dos compatriotas en Port des Torrent. La víctima recibió presuntamente un puñetazo fatal en la cabeza. Horas después de acudir al hospital y de volver a su hotel, entró en coma. La autopsia diagnosticó en su día como causa del fallecimiento un edema cerebral desarrollado tras un fuerte impacto en la región parietal, cerca de la sien y sobre el oído. Matthew L.C., el británico de 19 años, que responde en primera instancia de lo sucedido fue apresado por la Guardia Civil sin saber nada. Los agentes le identificaron tras peinar toda la bahía con los amigos del fallecido. Éste ingresó en la cárcel tras reconocer que había propinado un puñetazo a Caisley pero afirmó que lo había hecho en defensa propia. El fiscal también ha pedido la presencia del médico para depurar responsabilidades si se demuestra que debía haber ordenado el ingreso del paciente, quien supuestamente llegó a urgencias sangrando por un oído.