La patrullera de Aduanas 'Aguila' cargó ayer el hachís del pesquero para destruirlo en Mallorca. Foto: GERMÁN G. LAMA

Uno de los cinco tripulantes del «Quiet Waters», el pesquero apresado en la noche del pasado lunes al suroeste de Formentera con un alijo de 3.600 kilos de hachís en sus bodegas, quedó ayer en libertad provisional. La decisión judicial se adoptó al después de que se considerara muy probable que dicha persona, uno de los detenidos de nacionalidad británica, se viera accidentalmente a bordo de un barco en el que también iba su hermano. Incluso, fue sorprendido durante el abordaje de la embarcación encerrado en un camarote.

Todas las declaraciones recogidas durante la investigación confirman que el marinero británico era el único del barco que supuestamente no jugaba ningún papel ni en la travesía ni en los preparativos previos a la salida del «Quiet Waters» del puerto de Alicante antes de arribar a las costas de Marruecos. Es más, este hombre, una persona de mediana edad, al parecer también natural de Gales, se enojó gravemente -según se desprende de las declaraciones de unos y otros- cuando vio que, en alta mar, se cargaba hachís en el pesquero, momento en que decidió encerrarse y no tener contacto con nadie de abordo. Según su testimonio, decidió a ir en el «Quiet Waters» porque su hermano le convenció para ayudarle a superar su divorcio.

Los otros cuatro detenidos, sobre los que ayer mismo se terminaron las diligencias tras su puesta disposición judicial, quedaron presos. El tripulante magrebí, supuesto 'garante' de que se hiciera la descarga en delta del Ebro. afirmó que subió al barco a escondidas como polizonte después de que un amigo le dijera que el barco iba a España. Varios acusados declararon que desconocían su presencia.