Dos motoristas de la Policía Local, separados entre sí 50 metros, patrullan diariamente varias veces durante el día el circuito urbano de las denominadas Vías de Atención Preferente (VAP). Así esta ocurriendo desde hace ya cinco años. Lejos de haberse bajado la guardia, responsables policiales y municipales consideran que la presión a los conductores infractores que aparcan en las calles protegidas por estas siglas sigue dando sus frutos. Pese a todo, hay zonas más «irreductibles», como el tramo de la Avenida de España más cercano a Vara de Rey y la puerta de Correos, en Isidoro Macabich.

«En el cómputo general, en 2004 se tramitaron 9.164 denuncias en todo el municipio y en 2.005, 14.063. En ellas están incluidas las sanciones interpuestas en zonas VAP. Todo ello demuestra el interés del Ayuntamiento por lograr fluidez en el tráfico y en que se respete el derecho de todos.». Son palabras del concejal de Policía, Leopold Llombart, que añadió que las estadísticas eran claras cuando en ellas se recoge un aumento del 53 por ciento en las denuncias.

«Pero que nadie se engañe, esto no es un negocio. Al Ayuntamiento le cuesta más el trámite de la multa que lo que se cobra por ella. El objetivo no es ganar dinero. La policía siempre es deficitaria», apuntó Leopold Llombart.

El Ayuntamiento, que puso en marcha esta iniciativa en julio de 2001, mantiene duras sanciones para los conductores que aparcan o estacionan en zonas VAP, que reglamentan las arterias principales del casco urbano de Eivissa. Así, se sigue castigando con 300 euros a quien detenga su coche indebidamente en estos lugares y con 270 a los que estacionen sin necesidad en sitios destinados a la carga y descarga. En todos los casos, se descuenta un 30 por ciento del importe cuando se abona la multa durante la tramitación.