El caso fue visto ayer en los juzgados de Eivissa.

Un antiguo trabajador de una de las empresas que proveen de pescado a varios puestos del Mercat Nou está acusado de un delito de estafa y otro delito de falsedad en documento mercantil.

El ministerio fiscal y la acusación particular, en la que se personan varios de los supuestos estafados, piden para el imputado una pena de un año y diez meses de cárcel más otros diez meses de multa por el delito de falsedad y otra pena de un año de prisión por el delito de estafa. En cambio la defensa mantiene la inocencia del acusado y achaca lo sucedido a imprudencias ligadas a las transacciones de este tipo.

Los hechos ocurrieron entre los años 2003 y 2004 cuando el acusado trabajaba para un empresa con sede en Barcelona, proveyendo de pescado a varios locales del Mercat Nou. Los dueños de los mismos sostienen que pagaron una serie de facturas sin recibir ni original ni copia de la misma a cambio.

Sin embargo, la empresa afirma que no recibió ese dinero y que se le adeudan diversas cantidades. El que era el intermediario es el acusado .

Durante el juicio, celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal 1, se presentaron albaranes de mercancías supuestamente firmados por el acusado. Dos peritos judiciales confirmaron que la rúbrica era del acusado a pesar de que éste lo negó. Los dueños de las pescaderías afectadas también sostienen que eran sus firmas ni que autorizaron al acusado a firmar por ellos.

Afirmaron que al solicitar mercancía nueva durante el mismo día o cambios porque lo que figuraba en el albarán no se correspondía supuestamente con lo que les había llegado se les entregaba un nuevo albarán donde costaban o bien la nueva mercancía o los cambios. Sin embargo, al recibir la factura, a veces las modificaciones no aparecían en la misma. De esta manera en ocasiones aparecía más dinero del que tenían que pagar porque habían devuelto mercancía, o la cuantía era menor porque no figuraba el nuevo material pedido. Así, la empresa que proveía el pescado, a través de su compañía de seguros, denunció a los propietarios de una de las pescaderías en otro proceso diferente.