La mayor parte de las causas se resolvieron con condenas próximas a los dos años de prisión y todas ellas, a su vez, llevaron parejas retiradas del carné de conducir durante varios años. Los conductores responsables de estas muertes incurrieron bien en excesos de velocidad o bien iban al volante bebidos. Del mismo modo, los juicios rápidos permitieron privar inmediatamente del derecho a conducir a numerosos personas que fueron sorprendidas cometiendo delitos contra la seguridad del tráfico. En los juzgados de guardia también se tomaron medidas cautelares de prisión preventiva por casos especialmente graves. Dos de éstos fueron la detención del propietario de un todoterreno Porsche capturado bebido un día después de que presuntamente atropellara a una turista en parking de una discoteca de Platja den Bossa y el ingreso en la cárcel de un ex empleado de un hotel de Sant Antoni acusado de tentativa de homicidio tras arrollar la moto en la que iba un encargado de este establecimiento.

Una jueza resolvió con dos años de prisión la muerte que en septiembre de 2004 sufrió un matrimonio francés después de que un turista alemán supuestamente bebido colisionara en la carretera de Cala Llonga contra el coche en el que iba la pareja. El suceso tuvo especial notoriedad no sólo porque las dos víctimas, de 80 y 71 años, solían frecuentar mucho la isla sino también porque el conductor que provocó el siniestro fue atrapado por la Guardia Civil en una zona boscosa minutos después de que hubiera emprendido a pie su huida. El turista llegó a estar varios meses en prisión hasta que depositó una fuerte fianza.

Una pena similar, 23 meses, recayó en un conductor novel que en la madrugada del 29 de enero de 2005 sufrió un accidente en Benirràs cuando su coche iba a más de 130 km/h y se salió de la carretera estrellándose contra un pino y un muro. En el vehículo iban seis jóvenes. La peor parte se la llevó una chica de 17 años que pereció en el acto.

Otros dos años se impusieron a un joven que, al quedarse dormido al volante por el cansancio y el alcohol que había ingerido, ocasionó una colisión en la carretera de Sant Antoni que se saldó con tres heridos muy graves. Mejor suerte tuvo otro conductor que en Can Negre impactó a más de 120 km/h contra la moto de un alemán, causando su muerte. El juzgado resolvió que el acusado sólo merecía un año de prisión, sustituidas por una multa de 4.320 euros, porque la víctima había irrumpido en la carretera sin respetar un ceda al paso. La Justicia tiene pendiente resolver la sentencia contra otro dos casos juzgados en Eivissa.