El juicio se celebró ayer en los juzgados de lo penal número 1.

C. CUEVAS
Un año de prisión es lo que pide el ministerio fiscal para cada uno de los dos imputados como responsables de un delito de robo con fuerza.

Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado día 10 cuando una patrulla de la Policía Local de Eivissa sorprendió a dos hombres cuando introducían en un vehículo, propiedad de uno de los acusados, material de fontanería, supuestamente robado, de una nave industrial situada en la carretera. El dueño del coche permanece en prisión preventiva por este delito desde el momento en el que ocurrieron los hechos y durante la vista oral celebrada ayer la juez Clara Rodríguez desestimó la petición de la defensa de su puesta en libertad hasta que se dicte la sentencia aludiendo a los antecedentes penales del detenido.

Durante el juicio, los detenidos aseguraron que no habían practicado ningún agujero en la malla metálica de la nave, que uno de los policías presentados como testigos calificó «como de gallinero», sino que se habían encontrado ya el agujero hecho y los objetos -dos rollos de manguera y una cisterna- cerca de la valla, y por eso los habían cogido. Uno de ellos, el imputado que se encuentra preso, aseguró también que él había ido al lugar de los hechos en calidad de transportista, es decir, para ayudar al otro imputado a mover unos objetos que le había pedido, algo que también afirmó en el momento de su detención.

El responsable de la nave industrial aseguró que habían sufrido otro robo días atrás mediante el mismo procedimiento de abrir un boquete en la valla pero que aquel ya estaba arreglado y que para realizar esta nueva sustracción habían realizado un nuevo agujero.

Los policías locales que prestaron declaración afirmaron que el boquete practicado en la valla tenía las dimensiones suficientes como para que entrara un persona, así como que durante el registro del vehículo encontraron un cuchillo con el que podrían haber efectuado el corte en la malla.

La defensa de los imputados pidió la absolución amparándose en la presunción de inocencia y alegando declaraciones contradictorias de los policías. También propuso que si se les declaraba culpables fuera por una falta de hurto y no por un delito de robo.