El coche arrancó dos árboles de la acera que cayeron junto a la terraza; el conductor resultó ileso.

C. CUEVAS
Un accidente pudo terminar ayer por la tarde en tragedia cuando el vehículo que conducía un joven italiano, A.P., de 18 años residente en Eivissa por poco se estrella contra la terraza llena de gente del bar restaurante 'La Grifería', situado en el número 107 de la avenida Pedro Matutes Noguera.

Para este encargado una de las soluciones posibles sería que el Ayuntamiento pusiera badenes en la avenida con los que los vehículos se verían obligados a reducir la velocidad, «el problema es que los coches vienen muy rápido y sería eso lo que hay que parar, así que mañana (por hoy) iré al Ayuntamiento a denunciar lo que ha pasado y exigir algún tipo de medida», agregó.

Dos árboles y otro coche que estaba estacionado impidieron que el vehículo del italiano arrollara a las personas que estaban comiendo en la terraza del mencionado restaurante.

Según la versión de los testigos del accidente, el italiano, que viajaba de Eivissa a Platja den Bossa, perdió el control del vehículo después de una curva, destrozó un árbol, arrancó de cuajo otro y golpeó un vehículo estacionado antes de acabar dado la vuelta en la acera a escasos centímetros de la terraza plastificada del local. El accidente ocurrió sobre las cuatro de la tarde cuando en el establecimiento todavía había muchos comensales.

Hasta el lugar del siniestro se desplazaron una patrulla de la Policía Local de Eivissa, un destacamento de bomberos, encargados de retirar los árboles y una ambulancia. El conductor del vehículo, que dio negativo en la prueba de alcoholemía, salió ileso del percance.

El encargado del establecimiento expresó a este periódico su indignación y preocupación por este tipo de accidentes, ya que no es la primera vez que algo así ocurre. «Desde el verano pasado no se ya cuántos coches han salido muy rápido de esa curva y se han estrellado contra la terraza, afirmó el responsable.

«Hasta ahora hemos tenido mucha suerte de que no haya pasado nada grave y no tengamos que lamentar pérdidas personales porque o bien ya habíamos cerrado o porque un árbol ha parado el impacto, pero si esto sigue así un día ocurrirá una desgracia», continuó.