El sospechoso fue entregado en su día en el juzgado después de que la Guardia Civil lo detuviera.

La supuesta audacia de un tatuador sudamericano instalado en la zona de Cala de Bou quedó en un susto. Propuso a una turista hacerse un tatuaje en la ingle y ésta le denunció por abusos sexuales. La falta de persistencia en la acusación y la ausencia de indicios han motivado que el juez haya sobreseído un caso que motivó el pasado verano la detención del tatuador como presunto autor de un delito de agresión sexual.

El sospechoso se vio en esta tesitura cuando atendió en su establecimiento a dos chicas, ambas turistas de nacionalidad británica, y concertó con una de ellas la ejecución de un tatuaje en la espalda. Todo fue bien hasta que dicha persona concluyó su trabajo y ofreció a la otra turista la posibilidad de tener sobre su piel otro dibujo que a ella le agradara. Ésta, viéndose halagada y con la promesa de que le iba a salir gratis, aceptó la propuesta.

Según la denuncia que se presentó en su día, y que ha acabado con su sobreseimiento, la turista estaba dispuesta a hacerse un tatuaje en un pie, pero el comerciante insistió mucho en que ella reunía las condiciones necesarias para poder exhibir un dibujo en la ingle.

En el transcurso de esa labor, según el relato que hizo en su día la joven, había notado cómo el tatuador dejaba durante unos instantes de «puntear» y seguidamente introducía un dedo en su vagina, momento en el que se levantó sobresaltada y, acompañada de su amigo, salió muy disgustada de la tienda. Después se interpuso la denuncia que motivó el arresto del tatuador.

Éste afirmó desde el primer momento que todo se trataba de un error y que él en ningún momento había intentado abusar de su cliente. El entonces sospechoso reiteró esta afirmación una vez que fue puesto a disposición judicial. Es más, señaló que en todo caso, si se había producido algún contacto con la zona genital de la denunciante fue en un lance accidental cuando llevaba a cabo su trabajo y sin que, en todo ello, hubiera ningún ánimo libidinoso. Dicha persona quedó en libertad provisional tras comparecer ante el juez. El fiscal no presentó acusación y la afectada tampoco ejerció la acusación particular, hechos por los que el caso se ha cerrado.