Alberto G.I., acusado del atraco a mano armada que tuvo lugar a primera hora de la mañana de anteayer en el establecimiento Ultramarinos Riera de la calle Soledad de Sant Antoni, fue puesto ayer a disposición judicial. El sospechoso estuvo dispuesto a conformarse con una condena de dos años de prisión, pena que, sin embargo, podía quedar en suspenso al tener cancelados sus antecedentes delictivos. Pese a ello el juzgado tenía previsto que la afectada contara con una orden de protección que impidiera al sospechoso acercarse hasta ella o el comercio.

Nuevos datos que han trascendido sobre este caso han permitido conocer que el ladrón intentó ocular por completo su rostro al taparlo con la camiseta que vestía. Tras amenazar a la encargada de la tienda, una mujer de avanzada edad al grito de «dame el dinero o te pincho» con un cuchillo de cocina de doce centímetros, se apoderó de un botín de 115 euros, el único dinero que había en la caja. Alberto G.I. fue apresado pocos minutos después cuando la Policía Local montó un dispositivo de búsqueda y después de que también unos turistas rumanos vieran al sospechoso cómo arrojaba al suelo el cuchillo que supuestamente se empleó en el atraco. Los agentes locales pudieron recuperar tanto el dinero sustraído como el citado cuchillo.