R.S . Giuseppe Concas, compañero de Ramón Marí, fallecido el pasado viernes cuando se disponía a practicar kitesurf, explicó ayer que el accidente se debió a que el fuerte viento hizo «un nudo que le acortaba la línea de dirección derecha aproximadamente 30 centímetros», algo que se averiguó cuando, ya con el forense, se bajó la cometa del tejado. Además, Concas asegura que Marí, de 35 años, llevaba años practicando este deporte. «Llegamos a la playa y montamos nuestras cometas más pequeñas porque el anemómetro marcaba 30 nudos y salimos a navegar», recuerda Concas. «Las rachas llegaron a los 39 nudos, íbamos todos con 7 y 8 metros, alguno con 9 (...). Ramón había montado su cometa de ocho metros pero, como muchos otros, no se decidía a salir porque el viento era muy fuerte; en el momento que se decidió, pidió a dos amigos que le ayudaran. Uno le levantó la cometa y otro le sujetó del arnés». «La mala suerte», continúa Concas, «fue que con el fuerte viento las líneas de dirección de la derecha justo en la conexión con la cometa se habían ido liando hasta hacer un nudo que le acortaba la línea de dirección derecha». «De este nudo nadie se dio cuenta, él tampoco y dio el ok para levantar la cometa, que al llegar al cenit siguió girando a la derecha haciendo un kiteloop arrastrándole a él y al chico que le sujetaba (...) la fuerza de la cometa se lo arrancó de las manos, le arrastró un par de metros más con la mala suerte de caer al suelo de cabeza contra una de las pocas rocas que hay en la playa. Ahí seguramente ya falleció o al menos ya perdió la conciencia, pero la cometa volvió a hacer otro kiteloop y le lanzó unos 20 metros más lejos. Después hizo otro kiteloop que hizo volar al cuerpo inerte otros 10 metros más estrellándose contra una furgoneta y después hizo otro inexplicable kiteloop con el que saltó por encima de la furgoneta, de otras dos furgonetas más, de un árbol, de una valla de dos metros y de unos jardines para impactar violentamente contra el primer piso de un hotel, y de allí cayó al suelo y terminó todo».