J.M.ALONSO Los padres del bebé que falleció en la madrugada del domingo después de ser dado de alta en Can Misses han denunciado al hospital con el objetivo de saber qué pasó y si los médicos cometieron algún error. El padre del pequeño explicó ayer que ése es el único motivo por el que se decidieron a presentar una denuncia en los Juzgados por una posible negligencia médica. «Queremos saber lo que pasó y si han hecho algo mal», insistió el padre del bebé, que tenía tres años de edad.

Precisó que llevaron al niño al hospital en la mañana del domingo, y no el sábado, que fue la fecha que de ingreso que proporcionó el Ib-Salut. «El ingreso fue a las 8'57 del día 21», aseguró el padre del pequeño, de nacionalidad alemana. Los médicos dieron el alta al pequeño y sus padres lo llevaron a casa, en Sant Llorenç. Ese mismo día, ya de madrugada, el niño empeoró. El padre llamó una ambulancia, pero como tardaba mucho en llegar, decidió llevarlo él. En apenas 20 minutos, dijo ayer el padre, llegó a Can Misses, pero el bebé ya había muerto cuando ingresó en el hospital, según el Ib-Salut. Según el padre, el niño tenía fiebre y no podía respirar bien.

Anteayer, el Ib-Salut explicó que «el procedimiento de atención [al pequeño] fue correcto». La gerencia del hospital habló con los responsables del turno que atendió al bebé y llegó a la conclusión de que el trato fue correcto. Desde el Ib-Salut también destacaron que realizaron pruebas al bebé, como radiografías y análisis de sangre. También dijeron que le pusieron un tratamiento. Ayer, el Ib-Salut informó de que, aunque en Can Misses siempre hay un pediatra de guardia, en este caso el hospital no puede asegurar de que el bebé fuera atendido por el especialista. Por su parte, la madre del pequeño dijo que se hicieron radiografías, pero no análisis de sangre. También se le auscultó con fonendoscopio, se le tomó la temperatura, le tomaron el pulso y le examinaron la boca y los oídos.

La autopsia fue practicada anteayer, pero aún no se conocen los resultados definitivos porque una parte de las pruebas se tiene que realizar fuera de la isla. El caso ha quedado en manos del Juzgado de Instrucción Número 4 de Eivissa, cuyo titular, Santiago Pinsach, ordenó la autopsia con el fin de determinar la causa exacta del fallecimiento.