AFP / LOS ANGELES Los bomberos combatían ayer los incendios fuera de control en el sur de California, que forzaron a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares, y llevaron al gobierno federal a declarar el estado de emergencia y al gobernador Schwarzenegger a desplegar a la Guardia Nacional.

Las autoridades han ordenado que abandonen sus hogares unas 300.000 personas, la mayoría de ellas en el área de San Diego, en el suroeste del estado, de acuerdo con medios locales. El presidente Bush declaró la emergencia en el estado.