Un residente argelino de Eivissa se enfrenta a cinco años de cárcel después de que la policía le detuviera como supuesto autor de un robo con violencia que sufrió de madrugada otro magrebí. El sospechoso, para quien el fiscal pidió prisión preventiva a la espera de juicio, presuntamente actuó con la colaboración de otros dos compatriotas. Entre todos arrebataron 700 euros a la víctima, persona que, herida tras recibir un fuerte puñetazo en la cara, salió corriendo tras el supuesto agresor.

El sospechoso detenido en este robo, A.M., de 23 años, fue capturado por la policía después de que una dotación viera al afectado corriendo por la calle y los agentes se dieron cuenta de que éste iba sangrando por la cara. La propia víctima reclamó a la policía que le ayudara tras explicarle a los agentes que corría tras el joven que luego fue detenido. Los otros dos implicados lograron huir. A.M., sin embargo, aseguró ayer en el juzgado de guardia cualquier relación con lo que había ocurrido e, incluso, negó la mayor al afirmar que la policía no le detuvo en la calle y tras una persecución sino cuando estaba con una amiga.

El atraco tuvo lugar sobre las cuatro de la madrugada del pasado jueves en la Avenida Pedro Matutes Noguera. El perjudicado llevaba 700 euros en el bolsillo y se disponía a sacar más dinero cuando, según su denuncia, se le abalanzaron tres individuos. Ni siquiera tuvo capacidad de reacción. Uno de ellos, supuestamente el hombre que luego fue detenido, le dio un puñetazo en la cara. Tras forcejear con él le quitaron lo que llevaba encima. La víctima, pese al fuerte golpe, pudo sobreponerse y salir corriendo tras el atacante. Una vez formalizada la detención, la policía acompañó al médico a la víctima, a quien se le diagnosticó un traumatismo facial y una herida inciso contusa que precisó varios puntos de sutura.