Estos hurtos que se cometieron en las habitaciones de Can Misses fueron perpetrados el pasado verano.

El acusado, el ibicenco J.A.T.C., es un viejo conocido de la policía y los funcionarios de los Juzgados. Ahora se le acusa de robar pequeñas cantidades de dinero a pacientes ingresados en Can Misses y también de sendos robos con fuerza en los hoteles Argos y Ocean Drive, robos que finalmente no cometió, ya que en ambos fue sorprendido. Uno de los trabajadores de este hotel lo retuvo hasta que se lo entregó a la policía. Ayer se celebró el juicio, que se tuvo que suspender a petición de la fiscal porque faltaban varios testigos clave. El Ministerio Fiscal, teniendo en cuenta su condición de reincidente, solicitó para el acusado, que está en prisión, la pena de un año y once meses de prisión por las tentativas de robo con fuerza en los dos hoteles y 15 meses más de privación de libertad por los hurtos supuestamente cometidos en el hospital, además de la obligación de devolver el dinero robado. Según la acusación, para entrar en el hotel Argos tuvo que escalar y romper un vídrio, mientras que en el Ocean Drive cortó el cable que aseguraba una caja registradora con la que fue sorprendido por uno de los empelados del establecimiento.

La acusación dice J.A.T.C. entraba en el hospital de Can Misses vestido completamente de blanco con el objeto de hacerse pasar por trabajador del centro médico y de esta forma entrar en las habitaciones de los pacientes sin despertar sospechas. Dos testigos que declararon ayer el el juicio frente a Martina Rodríguez, titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Eivissa, dijeron que no se enteraron del momento en el que les desapareció el dinero de la cartera. En cualquier caso se trata de cantidades de dinero muy pequeñas, además de cupones de lotería. Ninguno de los dos testigos le pudo reconocer. En realidad el único que lo hizo ante el tribunal fue el empleado de Ocean Drive que lo retuvo hasta que llegó la policía.