«Es todo un montaje de ella porque no soporta estar sin cocaína y por eso también se autolesiona. Un día me sorprendió completamente desnudo en la cama y me amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones. Me dijo que si me movía me mataba, pero sé que lo único que quería era hacerme sufrir». Este fue uno de los alegatos exculpatorios que realizó ayer una de las cuatro personas que fueron juzgadas ayer en Eivissa por un delito de maltrato.

El acusado, que dijo estar cumpliendo un tratamiento contra la bebida, se enfrenta a un año de cárcel porque su ex pareja aseguró que, tras una discusión, la agarró por el pelo y la golpeó contra una columna. Ella, sin embargo, afirmó que quien no se atenía al tratamiento era él.

En otro caso, la mujer denunció a su compañero tras una última agresión similar a la anterior porque ésta le retiró el paquete de tabaco sabiendo que alguno de los cigarrillos contenía hachís. «Lo hice para que me diera las llaves de la casa. Nunca pensé que iba a reaccionar así», dijo la afectada. «No quiero que vaya a la cárcel porque es el padre de mi hija y ahora estoy embarazada de tres meses», añadió.

Tres de los cuatro hombres procesados ayer por el juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa tenían problemas con los estupefacientes o el alcohol. El fiscal también pidió ayer pena de internamiento bajo tratamiento médico para otro hombre con esquizofrenia y un trastorno bipolar. Según su mujer, con quien comparte dos hijos, la situación se ha hecho insostenible a causa de su dolencia que, combinada con el consumo de drogas y alcohol, ha motivado «escenas lamentables» -en palabras de la abogada de la víctima- en el restaurante que dirige la afectada, escenas que también se produjeron con el establecimiento lleno de clientes y que obligaron a su cierre.

En una última causa, un residente brasileño de Formentera se enfrenta a otra condena después de que su ex pareja le denunciara por supuestamente acercarse a ella teniéndolo prohibido por una orden judicial. Ambos se han denunciado en varias ocasiones entre sí. Según la mujer, su ex compañero la siguió en Eivissa, tomando el mismo barco, cuando ella se iba a entrevistar con su abogado.