La Guardia Civil ha detenido a un residente argentino del municipio de Santa Eulària, A.Q.A., de 33 años, después de que una patrulla que realizada tareas de prevención contra la delincuencia localizara un invernadero que contenía 124 plantas de marihuana.

El sospechoso fue apresado el pasado martes sobre las siete y media de la tarde cuando agentes del instituto armado inspeccionaban los alrededores de una zona arbolada y se percataron de que había un fuerte olor característico de las plantas de cáñamo, según informó la Comandancia de la Guardia Civil a través de una nota de prensa. Un rastreo por la zona sirvió para encontrar un invernadero donde se estaba cultivando marihuana. Estas instalaciones, además, estaban preparadas con distintos utensilios y tecnología que suelen emplearse para obtener el máximo rendimiento en este tipo de cultivos.

Según los datos facilitados por el propio instituto armado, dentro del invernadero se encontraron focos de luz alógena, temporizadores para regular el riego y luz, ventiladores, así como sacos de tierra para semilleros, entre otros medios que también han sido intervenidos en este servicio policial.

La Guardia Civil destacó la importancia de la operación ya que aunque las plantas no se encontraban en disposición para que se llevara a cabo la recogida de la «cosecha» su valor era grande por la elevada cantidad de marihuana que se hubieran podido obtener de ellas. Todas las plantas no habían concluido su floración por lo que de éstas no se hubiera podido obtener droga.

El detenido fue puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito contra la salud pública. En caso de continuarse las diligencias bajo esta misma acusación y entenderse que dicha cultivo y cantidad no era exclusivamente destina a su consumo, A.Q.A. podría terminar sentándose en el banquillo respondiendo de un delito de tráfico de drogas en su modalidad de estupefacientes que no causan grave daño a la salud. Este tipo de causas suele terminar viéndose en un juzgado de lo Penal no sólo por la tipología del delito imputado sino también porque las penas que se piden no superan los cinco años de prisión.