El rumano detenido en Sant Antoni ha sido relacionado con el crimen ocurrido en este club alicantino. Foto: LAS PROVINCIAS

El rumano que fue detenido esta semana en Sant Antoni después de que una mujer malherida pidiera ayuda y que era buscado como supuesto autor material de un crimen en Alicante responderá en Eivissa de un delito de maltrato. Gheorghe C., de 35 años, no aceptó los dos años de cárcel que solicitó para él el fiscal por el suceso que motivó su arresto en la isla, una supuesta agresión a su «novia», una chica rumana de 24 años que padeció una fractura maxilar después de ser golpeado con una silla en la cara.

Las actuaciones judiciales que se han emprendido por esta causa son independientes de las que se siguen en Denia por la muerte de Antonio M.U., de 48 años y gerente del club «Venus», ubicado en la localidad de Pedreguer. Dicha persona fue tiroteada en la cabeza en la puerta de este club de alterne en la madrugada del 29 de octubre del año pasado.

Lo más normal es que Georghe C., que ingresó en prisión el pasado jueves, se siente primero en el banquillo de uno de los juzgados de lo Penal de la isla por el maltrato que se le acusa . El acusado, durante su primera comparecencia judicial y de acuerdo con la ley de juicios rápidos, no aceptó la posibilidad de aceptar una condena de dos años de prisión por ser directamente responsable de las lesiones que presentaba la mujer, una chica también rumana que, al parecer, trabajaba en el «Venus» la noche que murió Antonio M.U. Ésta pidió ayuda al ser presuntamente atacada por su novio pero luego, ante el juez, restó importancia a lo sucedido y presentó la pelea con su acompañante como un suceso más bien accidental. La detención en Sant Antoni de Gheorghe C. facilitó su localización cinco meses después del homicidio. Según datos que han trascendido sobre el caso, el sospechoso, que se encargaba del aparcamiento del local, fue visto junto al cadáver de Antonio M.U. instantes después de que una bala en la ca cabeza dejara a la víctima en estado crítico. La Guardia Civil determinó que al menos dos personas habían participado directamente en el crimen. Primero se detuvo a dos hermanos, pero uno de ellos quedó libre y ahora quedaba apresar al otro sospechoso.