Cuatro coches, entre ellos dos Mercedes, fueron robados en el depósito de BK en la carretera del aeropuerto. Foto: IRENE G. RUIZ

Al menos siete vehículos de alquiler han sido robados en las últimas semanas de los depósitos de un mínimo de dos compañías de rent a car de Eivissa, señalaron desde los servicios informativos de IB3. Los responsables de Autos Marí y BK Rent a Car, Joan Marí y Bernardo Ribas, respectivamente, confirmaron ayer la información de la radiotelevisión pública de Balears y dijeron que han denunciado las sustracciones ante la Guardia Civil.

Todo indica que los robos perpetrados en uno y otro rent a car no han sido cometidos por el mismo grupo. Del BK Rent a Car, cuyo depósito de vehículos está en la carretera del aeropuerto, sustrajeron cuatro vehículos de los que dos son Mercedes de gama alta, lo que hace suponer que se robaron con la intención de ser vendidos.

Por contra, de los depósitos de Autos Marí, en Santa Eulària, robaron tres turismos ordinarios de alquiler, que ya han sido recuperados. Uno de ellos fue encontrado en una casa del municipio de Sant Josep en la que se había cometido un robo. «Los utilizan para cometer robos y después los abandonan», explicó Marí, que añadió que otros años los alquilaban con documentación falsa para cometer los robos, mientras que en esta ocasión han optado por robarlos directamente del depósito de vehículos.

En Autos Marí robaron una furgoneta, un todoterreno pequeño y un cabrio. De BK se llevaron un Mercedes Clase B 200 plateado, un Mercedes Clase A 160 negro, una Nissan Primastar blanca y un Ranault Grand Scènic azul.

Estos vehículos fueron sustraídos el 16 de junio. El responsable piensa que es muy posible que los ladrones cambiaran las matrículas de los coches y ya se los hayan llevado de la isla. Ambos, Marí y Ribas, coincidieron al denunciar el nulo control de los vehículos que se realiza en el puerto a la hora de embarcar, lo que hace posible sacar coches robados de la isla a la Península sin contratiempos.

«Lo que ocurre en el puerto es una vergüenza. Resulta que para tomar un avión se extreman las medidas de seguridad y después en el puerto no se comprueba nada», denunció Marí, que recordó que lo único que las navieras exigen es que el número de matrícula del vehículo que se sube al barco coincida con el que el pasajero dio en su momento en ventanilla a la hora de comprar el billete.