La gasolinera de Ignasi Wallis fue asaltada a las cuatro y media de la tarde por un individuo que portaba un cuchillo.

Once detenciones, las últimas cinco de ellas por robos con violencia e intimidación. Éste es el historial de un delincuente catalán que el martes tendrá que sentarse en el banquillo como supuesto autor del atraco a mano armada que sufrió el pasado mes de abril la gasolinera de la avenida Ignasi Wallis de Eivissa. El sospechoso, A.M.J., de 44 años, se enfrenta a una condena de cinco años de prisión y actualmente se encuentra preso después de haber perdido su libertad una vez que la policía lo detuvo como presunto responsable de este robo, ocurrido cuatro días antes de su último arresto.

Sólo un empleado de la estación de servicio asaltada se encontraba en la gasolinera cuando el ladrón, sobre las cuatro y media de la tarde, irrumpió en la tienda. El atracador, que intentó ocultar su cara tras unas gafas de sol y la capucha de una sudadera, amenazó a su víctima con un cuchillo de grandes dimensiones y antes de huir logró apoderarse de un botín cercano a los 350 euros, cantidad que logró arrebatar de la caja tras exigir al empleado que se apartara del mostrador. No escapó sin que antes obligara al afectado a encerrarse en un cuarto, según la información que se publicó en su día.

A.M.J., natural de Barcelona, fue detenido cuatro días después. La policía no sólo encontró sus huellas repartidas por el establecimiento sino que también pudo identificarlo en las grabaciones de las cámaras de seguridad que funcionaban en la estación de servicio.

El rostro del acusado fue claramente reconocido en las grabaciones tras compararlo con las fotos policiales en las que figuraban personas con antecedentes por robos con violencia. A.M.J. fue seguidamente puesto a disposición judicial, momento en el que el juez que estaba de guardia, tras solicitarlo el fiscal, decretó el ingreso en la cárcel de Eivissa del sospechoso. Posteriormente se formuló el escrito de acusación, escrito que recoge la máxima pena que contempla el Código Penal por los delitos de robo con violencia en los que no hay heridos pero sí amenazas mediante armas de fuego u otras que se consideren de especial peligrosidad.