Agentes de la Policía Local de Eivissa detuvieron anteayer a un joven conductor español al que se acusa de atentado contra la autoridad y conducción temeraria, informaron ayer fuentes judiciales.

La detención fue practicada tras una larga persecución por las inmediaciones de la Plaza del Parque de Vila. Los policías iban a pie y el arrestado, en coche. Según el relato policial, el hombre iba al volante y cuando vio a los agentes de la policía se puso nervioso. Eran sobre las doce del mediodía del pasado sábado.

El conductor aceleró bruscamente el vehículo de forma que los dos agentes de la Policía Local de Eivissa tuvieron que retirarse con urgencia para no resultar atropellados.

Después los agentes comenzaron a perseguir el vehículo, y consiguieron darle alcance minutos más tarde. Según explicaron los testigos que vieron la escena, el conductor iba a toda velocidad por las calles aledañas a la Plaza del Parque y los peatones corrieron serio peligro de resultar atropellados. Ninguna persona sufrió daños, pero una mujer que llevaba un perro ha denunciado que el conductor atropelló a su mascota, de forma que poco después acabó por perder la vida.

El detenido, Diego R.M., español de 25 años, fue finalmente detenido y ayer fue puesto a disposición judicial.

El joven se enfrenta a cargos de atentado a los agentes de la autoridad, un delito por el que podría ser condenado a varios años de privación de libertad, y a otra acusación por presunta conducción temeraria.

Por este último delito también podría ser condenado a prisión, pero además podría perder puntos del carné de conducir.

En cuanto a la muerte del perro, también podría ser acusado por ello.