Un residente ecuatoriano de Eivissa aceptó ser expulsado de España para evitar la prisión después de que ayer fuera condenado a dos años y seis meses de cárcel por herir con unas tijeras de podar al novio de su ex mujer y destrozarle su coche, pena a la que hay sumar otros nueve meses por un caso de maltrato al que fue sentenciado en su día. El acusado, actualmente preso, adoptó esta decisión tras conformarse con esta posibilidad en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa. Durante toda la causa, sin embargo, se había declarado inocente de los dos últimos delitos que se le imputaban.

La magistrada Martina Rodríguez, titular del juzgado donde se firmó la conformidad, le explicó al acusado que la pena de dos años y seis meses de cárcel se iba a sustituir por su expulsión del territorio nacional durante diez años.

Indemnización

Asímismo, en este mismo acuerdo judicial, se resolvió que dicha persona tenía que hacer, además, frente a una multa de 1.800 euros y al pago de una indemnización de 5.619 años por los daños causados en el vehículo de la víctima.

El sospechoso, un hombre con arraigo en la isla, lugar al que había llegado precisamente con la mujer con la que compartía dos hijos antes de la ruptura, fue detenido después un incidente ocurrido en la carretera de Jesús, junto al bar ses Torres, el pasado 23 de agosto. Según la denuncia que se interpuso, el sospechoso detuvo su coche junto al del afectado al encontrárselo cuando circulaba por la citada carretera. Durante una discusión con dicha persona agarró unas tijeras de podar y se las clavó en el brazo de su oponente ocasionándole una herida de siete centímetros de longitud. Durante esa misma acción, hizo uso de una llave de tubo que llevaba en el vehículo para ocasionar múltiples destrozos al coche del afectado. El turismo fue reconocido luego con múltiples abolladuras y cristales rotos.