El fiscal pidió ayer una condena de cuatro años y medio de cárcel para un marroquí de 51 años que en 2003 fue detenido por la policía por intentar matar con un arma blanca a otro inmigrante y que a principios de este mes fue apresado de nuevo por presuntamente acuchillar a un vecino de ses Figueretes que supuestamente no acató sus instrucciones para que siempre quedara libre una zona para aparcar de la calle Juan Ramón Jiménez y estacionó su moto.

Según el atestado policial, el acusado pudo ser desarmado por su última víctima después de que éste recibiera heridas y en otras zonas del cuerpo tras una pelea que se inició en la calle y que acabó en las escaleras de un inmueble. El fiscal subió ayer de tres a a cuatro años para que A.L., natural de Tánger, sea condenado por un delito de lesiones y reclamó otros seis meses más al considerarlo también responsable de amenazas punibles penalmente.

El caso quedó visto para sentencia durante la mañana de ayer después de que el sospechoso, ahora preso, no se aviniera a ningún pacto judicial y prefiera comparecer en una vista oral. Al parecer, tanto el afectado como el detenido habían tenido ya varias disputas después de que el primero responsabilizara al otro de daños que había detectado en su vehículo, coincidiendo con el hecho de que su ciclomotor solía aparecer movido cuando lo aparcaba en el lugar que A.L. consideraba como vedado par el uso y disfrute de los demás. A.L. fue detenido hace cinco años como sospechoso de una tentativa de homicidio después de que un inmigrante ecuatoriano llegara a Urgencias de Can Misses sangrando por el cuello y el tórax. La policía volvió a apresarle un año después acusado de no haber respetado la orden judicial que le impedía acercarse a dicha persona.