Cinco jóvenes ibicencos estudiantes de arte se declararon ayer frente a la juez del Juzgado de lo Penal número 2, Martina Rodríguez, culpables de un delito de daños y una falta continuada de deslucimiento de bienes inmuebles.

El macrojuicio previsto, en el que además de los cinco acusados, O.T.B; A.V.M.; X.M.P.; Y.R.S. y M.J.K, deberían haber declarado ante la juez nada menos que trece testigos, finalmente no tuvo que celebrarse ya que el abogado de los jóvenes llegó a un acuerdo con el Ministerio Fiscal.

Seis días
Los condenados aceptaron pagar cada uno una multa de 2.400 euros cada uno por los daños y seis días de localización permanente por la falta continuada de deslucimiento de bienes inmuebles. Aunque los condenados consideraron excesiva la multa impuesta por la juez, en un principio el Ministerio Fiscal pedía una sanción mucho mayor que ascendía hasta los 6.750 euros.

Los hechos dirimidos ayer ocurrieron el 1 de marzo de 2007 en el municipio de Sant Antoni. Al parecer, los jóvenes estaban en estado de ebriedad y tomaron los botes de pintura que había en el coche de uno de ellos y decidieron pintar algunas paredes de edificios privados. Los jóvenes señalaron que no son grafiteros, sino pintores. Para realizar una de las pintadas se subieron a una máquina elevadora a la que causaron una avería y también produjeron daños en un vehículo aparcado en la zona.