Cuando los bomberos consiguieron sacar a los niños de la casa en la que se produjo el incendio ya era demasiado tarde.

La defensa del padre de los dos niños que murieron asfixiados por el humo en la casa en la que vivían en el barrio de la Marina ha solicitado que se tome declaración a la auténtica inquilina de la vivienda, que al parecer la tenía realquilada a la familia ecuatoriana que sufrió la tragedia.

El padre de los pequeños, que murieron el pasado mes de noviembre, fue imputado por la juez sustituta del Juzgado de Instrucción número 4 Carmen Robles por una posible negligencia, ya que dejó solos a los pequeños, de dos y tres años de edad. La madre estaba trabajando cuando se produjo el incendio y el padre explicó a la juez que había salido de casa, dejando solos a los niños, para cambiar el coche del lugar en el que estaba aparcado para que no le multasen.

Según la investigación, el fuego comenzó por un problema eléctrico con el enchufe de una estufa que produjo chispas que acabaron prendiendo en unas mantas y un colchón, lo que generó un humo muy denso que acabó por asfixiar a los niños. Al parecer, la estufa ya estaba en la casa cuando la familia de ecuatorianos la realquiló.

Los vecinos dieron la alarma, pero la Policía Local no pudo entrar a la vivienda porque estaba llena de humo y no tenían máscaras, por lo que hubo que esperar a los bomberos, que cuando consiguieron sacar a los niños ya era demasiado tarde. La juez ya ha dado traslado del caso al Ministerio Fiscal para que elabore escrito de acusación, pero la defensa del padre ha recurrido la decisión y ha pedido que declare la auténtica inquilina de la vivienda y las dos vecinas que dieron la voz de alarma, con el fin de esclarecer tanto lo ocurrido como la situación y el estado de la vivienda. El realquiler está prohibido a no ser que se cuente con autorización por escrito del verdadero propietario.