Un empresario de Eivissa con negocios de hostelería en Senegal tuvo que sentarse ayer en el banquillo del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa para enfrentarse a una condena de diez meses de prisión después de que su mujer, coincidiendo con su regreso de este país africano decidiera interponer una denuncia contra él por un supuesto maltrato psicológico continuado.

El acusado negó cualquier maltrato de este tipo a su pareja y mostró su perplejidad porque la primera denuncia contra él se interpuso el pasado 8 de abril, coincidiendo con su regreso del país africano.

Además, indicó que posiblemente dichas denuncias se pusieron como «venganza» porque ésta le había manifestado en varias ocasiones su deseo de tener mayores participaciones y beneficios económicos de sus negocios. Según la afectada, su pareja se ensañaba con ella insultándola y menospreciándola cada vez que volvía de viaje.