El secretario local de la CEP Eivissa, Carlos Muñoz Amor, expresó su malestar tras quedar en libertad los dos detenidos el 31 de octubre por apalear a un policía por el mero hecho de haber sido un buen protector de los vecinos de Vila. Según Muñoz, a este policía «le pegaron hasta romperle la nariz, teniendo que estar tres días hospitalizado y ser sometido a una operación quirúrgica, varios puntos en el labio que le rompieron y una esguince cervical» provocadas por las patatas que le propinaron y le dejaron inconsciente.

Para la CEP Eivissa «habiendo varios elementos de prueba objetivos que denotaban la contundencia y la violencia de la agresión, como pantalones manchados de sangre a la altura de los tobillos, además de las declaraciones de los policías» estas personas quedaron en libertad el pasado día 3 de noviembre.

Por este motivo, Muñoz solicitó «reflexionar y pedir a la sociedad, a los legisladores y a quienes aplican la ley y participan en ella, y especialmente al ministerio Fiscal una vez estudiado el auto, que hechos como el del día 31 de Octubre no vuelvan a ocurrir nunca en Eivissa, y que sobre los mismos se haga todo lo que jurídicamente sea posible para enmendarlos».

Asesoramiento

Además se ofreció «a apoyar, asesorar y emprender cuantas acciones legales sean necesarias hasta resarcir a nuestro compañero, sin olvidar a los otros que también resultaron heridos». Los hechos sucedieron el día 31 de octubre cuando los policías, que iban acompañados de unos amigos, entraron en un local de la calle Metge Villangómez Ferrer de Vila, en es Pratet.

Una vez en el interior, comprobaron que había un grupo de personas de etnia gitana que residen en sa Penya y a quienes conocían por su trabajo, motivo por el que decidieron retirarse. En ese momento, estos individuos insultaron y amenazaron para dar paso a una pelea con los agentes que finalizó con el ingreso en el hospital de un agente de la autoridad.