M.E.H.U., natural de Ecuador y de 33 años, comenzará hoy a cumplir una condena de dos años y medio de prisión por haber clavado unas tijeras en la mano del amante de su ex pareja después de que éste, acompañado de su ex suegra, se presentara de madrugada en el piso de la avenida de España donde su ex compañera dormía con otro hombre. Según la víctima, la herida se la produjo después de haberse zafado en varias ocasiones de los sucesivos ataques del hombre despechado y de colocar su mano instintivamente para impedir que las puntas de las tijeras le alcanzaran el cuello y el tórax.

El agresor aceptó ayer esta condena después de comparecer en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa y reconocerse autor del delito de lesiones con instrumento peligroso que se le imputaba. El acusado, además, no podrá acercarse en cinco años al afectado y deberá indemnizarle por sus heridas y secuelas.

Con la luz apagada

La pelea que acabó con un hombre herido se produjo sobre las dos de la madrugada del pasado día 14. M.E.H.U., quien manifestó en su día que decidió visitar a su ex novia tras salir del cine, llegó a la vivienda acompañada de la madre de su ex pareja, persona que portaba unas llaves de la casa pero que, sin embargo, no pudo abrir la puerta de entrada.

La víctima y la mujer decidieron abrir ante la insistencia de ambos por entrar en el domicilio. Fue entonces cuando ambos hombres se enfrentaron abiertamente. Según la mujer, en el transcurso de la discusión su ex novio apagó las luces de la habitación donde se hallaban, momento que aprovechó para atacar a su ex novio. Al respecto, el acusado, en sus primeras declaraciones, negó que esto hubiera ocurrido de este modo. El perjudicado precisó que sufrió varios golpes durante el ataque y que el agresor sólo desistió cuando vio la abundante sangre que manaba de su mano. El sospechoso, manchado de sangre, fue detenido en la misma puerta del inmueble, acompañado de su ex suegra después de que una dotación de la Policía Local de Eivissa acudiera a la emergencia tras recibirse una llamada que informaba de una agresión con arma blanca en un piso de la avenida de España.

Una incógnita que ha quedado por aclarar en el caso, pese a la conformidad del sospechoso, es el lugar donde se hallaban las tijeras empleadas en la agresión. Durante la instrucción del caso se barajó la posibilidad de que éstas estuvieran en la habitación donde se produjo la pelea. Sin embargo, también se sopesó que éstas estuvieran en una máquina de coser que había en el pasillo. M.E.H.U. llegó a decir en su día que cogió las tijeras en defensa propia. La no celebración de la vista impidió que se discutieran estas cuestiones.