Una parte de las más de 23.000 party pills decomisadas este verano por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil en la operación antidroga Trafalgar, que dejó 25 personas detenidas, eran, en realidad, pastillas de piperazina, un medicamento para combatir las lombrices sin el más mínimo interés lúdico y con efectos secundarios prácticamente inocuos.

Por esta razón, porque no era droga sino «una sustancia no sujeta a fiscalización», el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa, Juan Carlos Torres, responsable del desarrollo de la parte judicial de esta gran operación realizada por guardias civiles llegados a Eivissa desde Mallorca, ha tenido que dejar en libertad a una de las seis personas que aún quedaban en prisión por este asunto. Al parecer, alguno de los detenidos en la Trafalgar ya había alertado en el juzgado de guardia de que las supuestas party pills con que le habían detenido eran en realidad un fraude.

Sospechas previas

La información acerca de las pastillas de piperazina la facilitaron ayer desde la Delegación del Gobierno de Balears, que a su vez recibió el dato del Àrea de Sanidad, que se encarga de analizar las sustancias decomisadas en las operaciones antidroga.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa solicitó al Àrea de Sanidad el análisis urgente de las sustancias decomisadas, ya que se sospechaba que algunas de las pastillas fueran de sustancias no ilegales, como ya había ocurrido con alijos anteriores.

Los expertos esperaban algún tipo de droga de última generación aún no declarada ilegal a causa, precisamente, de su reciente creación, pero se han encontrado con un fraude a los consumidores de droga de la noche ibicenca, que creyendo que compraban MDMA en realidad ingerían un medicamento para combatir las lombrices.

Desde la Delegación del Gobierno de Balears dijeron que no es la primera vez que el Àrea de Sanidad detecta en los análisis de alijos decomisados por las autoridades sustancias legales vendidas como drogas en el mercado negro. Informaron de que esta vez ha sido un medicamento contra las lombrices (piperazina), pero que en otras ocasiones han sido otras sustancias más comunes, como aspirina (ácido acetilsalicílico) o cafeína. Dijeron desde la Delegación del Gobierno que muchas veces el consumidor, que adquiere las pastillas pensando que compra éxtasis o cristal, no advierte que le engañado gracias «al buen funcionamiento del efecto placebo». Anécdotas y fraudes aparte, el Àrea de Sanidad ha detectado en alguno de los últimos alijos decomisados en Eivissa sustancias como la benzilpiperazina (BZP), legal en España hasta el pasado mes de julio y ahora ya catalogada como droga. Lo preocupante es que las nuevas sustancias químicas van por delante de la ley y es ésta la debe ir adecuándose a los nuevos tiempos.