El Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado una banda de atracadores de joyerías, asentada en Madrid, y que se desplazaba desde la capital a otras provincias para sus asaltos, en una operación en la que han sido detenidas cinco personas, que podrían haberse apoderado en una semana de joyas valoradas en 100.000 euros.

Los cinco delincuentes fueron arrestados en la A-5 (carretera de Extremadura) cuando huían con cinco mantas de joyas sustraídas en Cáceres, pero no era el único 'material' que tenían en su poder ya que en el 'piso de seguridad' que tenían en Madrid guardaban seis kilos de oro en joyas.

Según informa la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, los detenidos se desplazaban por la mañana desde Madrid a otra provincia y en el mismo día retornaban con las joyas sustraídas para esconderlas. Los objetivos eran seleccionados por toda la geografía nacional en función de la seguridad de que dispusieran, así observaban si había presencia de vigilantes, al número de empleados, la afluencia de clientes y las posibles vías de escape.

La manera de trabajar

El modus operandi de los delincuentes era el siguiente: uno de los integrantes simulaba ser un cliente más para acceder a las joyerías e interesarse por algún artículo con la intención de distraer al empleado.

Cuando el dependiente estaba ocupado atendiéndole, entraba en el establecimiento el resto del grupo, que sustraía al descuido joyas, dinero en efectivo u otros objetos de valor que hallaran en el lugar.

En caso de ser sorprendidos, aprovechaban su superioridad numérica para intimidar a los joyeros y lograr huir. El grupo estaba especialmente «profesionalizado» en este 'modus operandi' e incluso los propietarios a veces tardaban horas en percatarse de la falta de las joyas.

Los investigadores les seguían el rastro, ya que sospechaban que podrían haber perpetrado en una semana varios hurtos en los que se habrían apoderado de joyas por más de 100.000 euros. Los agentes descubrieron que el grupo se había desplazado a Cáceres donde, al parecer, recorrieron diversos establecimientos de joyería, y establecieron un dispositivo que permitió la detención de los cinco en el kilómetro 35 de la autovía A-5 cuando regresaban a Madrid con el botín de su último asalto.