Un residente de Sant Antoni tuvo que sentarse ayer en el banquillo después de que una vecina suya que hoy cumple 90 años le atribuyera la sustracción de 500 euros que la mujer dijo tener escondidos en un armario. Dicha denuncia se interpuso después de que la afectada, que dijo ya sospechar de su vecino porque en otras ocasiones había ido a su casa a pedirle dinero lo viera asomarse a su domicilio. El fiscal pide dos años de prisión para el acusado al entender que sí hay indicios para pensar que pudo cometer el robo de dicha cantidad.
Fuerte ruido
Éste, que vive en un piso superior al de la anciana, afirmó que bajó a la casa de la mujer al escuchar un fuerte ruido y temer que su vecina, enferma del corazón, hubiera sufrido un desmayo. En la vista oral insistió en que primero llamó a la puerta y al no ser respondido se asomó. Tanto él como su mujer indicaron que la mujer estaba últimamente «insoportable porque todo le molestaba», incluido que sus hijos jugaran en un patio comunitario. Insistieron en que su única intención al acudir a su casa en el incidente que motivó la denuncia, ocurrido el 31 de enero, fue socorrerla y que los problemas de la anciana con los otros vecinos del inmueble son en la actualidad notorios
La denunciante no aportó ninguna prueba concreta contra su vecino pero sí mostró sus sospechas contra éste al pensar que bien se pudo apoderar de una llave de repuesto que ella escondía en un cuarto de baño exterior a la vivienda. Todo ello en un inmueble donde, al parecer, hay otros seis domicilios actualmente también ocupados.