Al menos cuatro destacados incidentes urbanos relacionados con incendios y escapes de gas se han registrado este año en la isla obligando a los bomberos y a las fuerzas policiales a intervenir. A ellos hay que añadir numerosos incidentes que se han producido en poblaciones por desprendimientos y fuegos en contenedores de basuras e inmuebles abandonados, entre otros servicios.
El incendio más significativo registrado hasta la fecha tuvo lugar el pasado lunes en la calle de la Iglesia de Santa Eulària. Un mujer de 42 años convalece aún en el hospital después de sufrir una intoxicación de monóxido de carbono tras arder un colchón de madrugada en casa en la que residía.

En la UCI
La víctima, con quemaduras de segundo grado, se desvaneció por la gran cantidad de humo que inhaló. Fue necesario que ingresara en la UCI e intubarla. Aunque, oficialmente, apenas se ha dado información sobre cómo se produjo, fuentes conocedoras del caso señalaron que la mujer llegó a tener fuerzas para arrastrarse por el pasillo de la vivienda en su desesperado intento por escapar de las llamas y el humo. Las mismas fuentes indicaron que agentes de la Policía Local de Santa Eulària la sacaron de la casa tras irrumpir en ella mientras se vaciaba el edificio.
No han sido los únicos intoxicados en un incendio. Otros dos vecinos de este municipio, residentes en un inmueble de dos plantas de la calle San Marino, empezaron mal el año. El mismo día 1 precisaron atención médica en Can Misses tras arder el comedor de su casa sobre las siete de la mañana y sufrir ambos sendas intoxicaciones.
Otro susto tuvo lugar en es Pratet el 21 enero. Esta vez la emergencia se generó después de que las chispas de una soldadura en un depósito acabaran provocando un incendio en un garaje de la calle Gaspar Puig, de Vila.
Un total de 16 domicilios se vieron afectados el 22 de enero por un supuesto escape de gas en el número 21 de la calle Juan de Austria de Eivissa Los bomberos localizaron la fuga en un octavo piso y, tras cerrar la llave y airear el edificio, los vecinos pudieron regresar a sus hogares.
Las últimas emergencias registrada han tenido lugar en casetas abandonadas de es Pratet, generalmente ocupadas por indigentes.