Varios indigentes fueron desalojados al mediodía de ayer del número 36 de la Vía Púnica de Eivissa , un edificio de tres plantas, después de que unidades policiales y dotaciones de los bomberos fueran movilizadas por un aviso del 112 que informaba de la presencia de un fuego en un inmueble. El incendio se inició en una habitación de la parte inferior tras arder dos colchones.
Vecinos del barrio de sa Capelleta mostraron su preocupación porque el edificio, abandonado desde hace años, es frecuentado por personas que lo ocupan esporádicamente causando distintos problemas en la zona.

Abundante humo
La alarma se produjo sobre la una y media de la tarde. A su llegada la policía se encontró con que al menos un individuo de los que se hallaban en el interior había salido pero, tras una inspección, se comprobó que había más personas en el interior. Al menos otros dos indigentes fueron obligados a salir al exterior después de que éstos, pese al abundante humo que había en el inmueble, se mostraran reticentes a abandonarlo.
Un ejemplo de ello es que durante las tareas del extinción uno de los indigentes aprovechó un descuido para volver al interior de la casa con el objeto de poder recuperar una botella de litro de cerveza que había dejado.
Los cinco bomberos que intervinieron pudieron completar su trabajo una hora después tras airear el inmueble y refrescar las zonas más afectadas, especialmente la dependencia donde se localizó el foco del incendio, con el apoyo de los dos camiones que desplazaron a la emergencia. Varias fuentes informaron de que, pese a la alarma suscitada durante los primeros momentos , no fue necesario evacuar ninguno de los edificios colindantes al controlarse enseguida las llamas y observarse que no había peligro de propagación.