El Ayuntamiento de Santa Eulària puso los medios anteayer para sacar el turismo que este semana fue descubierto en un acantilado de Cala Llonga, semi sumergido en el mar.

Una gran grúa se encargó de realizar el trabajo. Depositó el coche en el camino desde el que todo indica que fue lanzado y ayer por la noche, sobre las dos de la madrugada, alguien le dio fuego.

Una patrulla de agentes de la Policía Local de Santa Eulària fue alertada del incendio por el SEIB 112, que recibió la llamada de alerta. Los agentes acudieron rápidamente al acantilado y sirviéndose de extintores apagaron las llamas, que terminaron de destrozar el vehículo.

Los bomberos del Consell d'Eivissa también acudieron al lugar y su trabajo consistió en asegurarse de que el fuego no se reavivara y en refrescar la vegetación circundante con el fin de evitar cualquier posibilidad de incendio forestal.

El coche semi sumergido en las aguas del acantilado fue divisado desde el mar por un navegante, que avisó a las autoridades. El coche tenía las llaves puestas y no había nadie en su interior.