La casa asaltada se encuentra a unos dos kilómetros de Sant Carles, en una zona en la que abundan las casas aisladas.

Dos hombres encapuchados asaltaron una casa de campo de la zona de Sant Carles y se vieron sorprendidos por la moradora, una mujer de edad avanzada a la que ataron en la cama. Ocurrió el pasado 12 de junio y la víctima presentó una denuncia ante la Guardia Civil. Por el momento, desde el Instituto Armado no se ha informado acerca de detenciones.

Según fuentes conocedoras del caso, la mujer, de nacionalidad alemana, se encontraba en el zona de la piscina cuando los asaltantes entraron en la vivienda. Al parecer, los encapuchados pensaban que la moradora no se encontraba en la casa.

Poco después ella entró y un hombre, con la capucha a la mitad, de forma que dejaba visible parte del rostro, la agarró por el cuello y de esta forma la subió por las escaleras hasta el piso superior. Allí estaba el otro asaltante, junto a la caja fuerte de la vivienda.

La clave de la caja

Durante la ausencia de la mujer habían estado picando en la pared para llevarse la caja, pero sin llegar a conseguirlo. Aunque la dueña de la casa advirtió a los dos asaltantes de que dentro de la caja de caudales no había dinero, ellos insistieron en que les entregara la combinación que abre la puerta.

Ella buscó los documentos en los que tenía apuntadas las claves de sistema de apertura pero, como la caja ya había sido forzada, se puso en marcha un mecanismo que impide que se abra de cualquiera de las formas, aun disponiendo de la combinación correcta.

Al ver que no había manera de alcanzar su objetivo, los dos encapuchados, que hablaron a la mujer en castellano pero que entre ellos se comunicaron en lo que pareció árabe, decidieron marcharse. Ataron con cuerdas a la mujer a la cama y se fueron.

Al parecer, finalmente no se llevaron nada de la casa. No obstante, la mujer se encontró con signos de registro en la casa, los cajones estaban revueltos y multitud de objetos por el suelo.

Posible cómplice

Vecinos de la zona explicaron que en los alrededores de la casa se vio un turismo estacionado con una mujer al volante, que podría ser la persona encargada de dar apoyo a los asaltantes para asegurar la huida de la zona lo más rápido posible.

Cuando se marcharon, le pusieron un cojín en la cabeza

Cuando los asaltantes decidieron marcharse de la casa y dejaron a la mujer atada sobre la cama, pusieron un cojín bajo su cabeza para que estuviera lo más cómoda posible mientras alguien llegaba a la casa.

La mujer no sufrió daños graves, aunque cuando la agarraron por el cuello le causaron una pequeña lesión dental. La casa está situada en una zona donde abundan las viviendas aisladas, algunas de ellas propiedad de famosos y millonarios que tan sólo residen en la isla unas semanas al año.