«Nunca haría a eso a una mujer. Tengo una hermana y procedo de una familia musulmana». Éste fue el principal alegato de defensa formulado ayer por un joven de 19 años , J.B.E.M., que tuvo que sentarse ene l banquillo del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa acusado de abusar sexualmente de una chica que, con su hermana, fue abordada en la madrugada del 7 de agosto de 2010 cuando caminaba por el paseo de ses Fonts de Sant Antoni.

El sospechoso, que sin embargo reconoció haber ingerido mucho alcohol en la noche en la que ocurrió todo, se enfrenta a pagar una multa de 7.780 euros y a indemnizar a la víctima con 1.500 euros.

Zapatazo

Según denunciaron las afectadas, la víctima caminaba descalza sobre las madrugada después de haber salido de una fiesta con agua en una discoteca de esta localidad. Súbitamente fue abordada por una persona que la agarró por detrás, le levantó el vestido y a continuación la manoseó los glúteos.

La supuesta agresión no acabó ahí. Al darse la vuelta, el agresor le tocó la vagina y le tiró del tanga que la joven llevaba como ropa íntima. La perjudicada aseguró que, además de la situación de intranquilidad y desasosiego que le produjo el ataque, tuvo que soportar continuos insultos del sospechoso, persona a la que rechazó tras golpearla con los tacones de los zapatos que llevaba en la mano. Tras avisarse a la Policía Local, una patrulla detuvo a dicho individuo.

«No recuerdo nada. Pero eso no lo haría. Lo único que sé es que hubo algo con unas niñas», añadió el acusado.

Según consta en el atestado, que ayer fue ratificado por las dos hermanas, vecinas de Sant Antoni, su agresor las llamó «hijas de las gran puta, guarras asquerosas, zorronas» y luego atacó a una de ellas, tras decirles: «Os merecéis que os meta una polla así de grande pero no lo hago porque la Ley se me tiraría encima».