«Le pedí que me dejara quedarme unos minutos más. No quiso. Me exigió que le pagara y fue hacia mis pantalones para cogerme la cartera. Se lo impedí y le dije que por esto no le pagaba. Me contestó con que me iba a denunciar y luego se fue encerrándome en la habitación. No la forcé».

Así se defendió ayer un hombre que tuvo que sentarse en el banquillo de la Audiencia Provincial en Eivissa acusado de haber violado en la madrugada del 30 de 2009 a una mujer africana que se hospedaba en el hostal de Sant Antoni donde el sospechoso dijo trabajar como encargado de mantenimiento.

A.G.I., de 35 años, quien en su día tuvo problemas con la Justicia por asuntos de robo y que ahora se enfrenta a diez años de prisión, afirmó que nunca agredió ni amenazó de muerte a esta mujer. Al contrario, según él, fue ella la que le propuso tener un encuentro sexual en su habitación a cambio de 70 euros.

Relato

La víctima persistió ayer en su relato de lo que ocurrió en la habitación 201 de este hostal cuando, según ella, fue al cuarto de baño comunitario de la planta y a su regresó se encontró con el acusado, desnudo y supuestamente esgrimiendo un cuchillo con el que, tras agarrarla del cuello, la obligó a tumbarse en la cama antes de penetraría con su pene y con sus manos.

«Me dijo que quería ser mi novio y que quería follarme. Muy nervioso me aseguró que acababa de salir de cárcel y que odiaba a la policía. Me forzó a que me tumbara al tiempo que me decía que me iba a matar y que no iba a a salir de allí. Luego, mientras yo gritaba, me violó sin goma», explicó la denunciante.

Pese a estas afirmaciones, ni las unidades de la Policía Local de Sant Antoni ni la Guardia Civil que intervinieron en este suceso, que detuvieron al acusado muy bebido dentro de la habitación de la víctima, hallaron ningún cuchillo ni vieron lesiones importantes en la afectada. Una de la agentes, además, indicó que la mujer le había asegurado que el agresor había arrojado el preservativo por la ventana. Tampoco se detectaron lesiones graves en la mujer y el reconocimiento forenses tampoco apreció heridas o contusiones.