J.C.G.F., un hombre de nacionalidad española acusado de forzar la puerta de una habitación de una pensión de Vila y robar diversas joyas y relojes se enfrenta a una petición de cinco años de cárcel por parte del Ministerio Público.

El acusado, que se encuentra en prisión y cuenta con tres condenas previas también por robo con fuerza, negó categóricamente ser el autor del robo, que se produjo en la habitación en la que vive la dueña de la pensión.

La hija de la propietaria, que trabaja en la pensión, declaró ayer ante la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez, que dejó al sospechoso en el hotel en confianza mientras ella y su madre se iban a Formentera porque éste les dijo que era policía y que estaba en la isla en una misión contra Al Qaeda.

Según la acusación, llegó hasta la habitación por una terraza, forzó la puerta con un hacha y revolvió todo hasta que encontró las joyas, una de ellas valorada en mil euros, según la dueña. Él dijo que en el pasillo de la pensión, cuando se disponía a abandonarla, encontró en una bolsa negra con dos joyas. Reconoció que se lo llevó y que después lo vendió por 32 euros en una casa de empeños.

Bisutería

La responsable de este establecimiento también declaró ante la juez y dijo que además de las joyas que le compró el acusado enseño otras que no adquirió porque no eran de oro, sino simple bisutería.

La abogada de la defensa insistió en que, a su juicio, no hay pruebas que demuestren que el ladrón fuera su cliente y dijo que en ese momento en la pensión había más huéspedes y que podrían haber sido ellos quienes cometieran el robo. Además, recordó que la policía no encontró huellas del acusado.

Por su parte, el Ministerio Público calificó de «increíble» la versión del sospechoso.

Entre las joyas robadas, de las que tan sólo se han recuperado las que el acusado vendió, había una pulsera, un reloj de oro y acero, varios collares de perlas y broches de plata, además de bisutería.

Toxicómano en tratamiento

El acusado es un toxicómano cuya adicción ha sido reconocida en sentencias condenatorias anteriores y que en la actualidad sigue tratamiento psicológico en la cárcel de Eivissa.