Florenci Castelló Marí, formenterés de 55 años de edad, falleció en la madrugada del viernes a consecuencia de las graves quemaduras que sufrió en un incendio en su vivienda, Can Jaume Ferrer, en el camino que va de Porto-Salè a Ses Bardetes.

Los hechos acontecieron, según los primeros indicios, el pasado miércoles cuando alrededor de las tres de la tarde Castelló se quedó dormido en su cama mientras fumaba un cigarrillo. Éste prendió en la ropa de cama y en el colchón ocasionándole graves quemaduras por lo que salió de la casa pidiendo auxilio a sus vecinos. La investigación de la Guardia Civil también ha corroborado estos extremos.

Evacuación

Castelló fue atendido en primera instancia por la ambulancia del 061 que lo trasladó al Hospital de Formentera pero dado su estado, calificado primero como de grave y posteriormente de crítico, acabó siendo trasladado a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de la Paz de Madrid donde falleció a consecuencia de las heridas.

Pese a que una vecina se encontró a Florenci Castelló a poca distancia de su casa y alertó de inmediato al 112, la respuesta de los servicios de emergencia no fue lo rápida que podría esperarse en un caso como este y los equipos médicos, de bomberos o Protección Civil no aparecieron en el lugar de los hechos hasta veinte minutos más tarde.

Desde el 112 siempre se habla del establecimiento del protocolo a seguir, pero la versión dada por la persona que avisó al servicio de emergencias señalaba que, como es conocido por quienes han pasado por estas situaciones, se pierde demasiado tiempo con preguntas a las que la mayoría de las personas no pueden responder sobre todo dado el estado de nerviosismo que una situación como esa genera en quien pide auxilio.

Todo ello es un ejemplo más de la necesidad reiterada, también por parte de la consellera Silvia Tur, responsable entre otros del servicio de salvamento y seguridad en las playas, de que Formentera debe contar, como ya lo tiene Menorca, de un servicio del 112 específico para la Isla.