Operarios de pompas fúnebres retiran el cadáver de Alejandro Alzate, muerto de una cuchillada a manos de Alvar Paas.

Alvar Paas, estonio de 28 años de edad, se enfrenta a una petición de pena por parte del Ministerio Público de doce años de cárcel por un delito de homicidio. Paas está acusado de matar con un cuchillo el 15 de junio de 2009 a quien fuera su ocasional compañero de habitación de hotel en Sant Antoni, el ítalo-colombiano Gilberto Alejandro Alzate Chique, que tenía 32 años cuando murió. Además, el Ministerio Público solicita que el estonio pague una indemnización de 200.000 euros a la familia del fallecido.

Una vez detenido, Paas explicó que Gilberto Alejandro, a quien dijo que acababa de conocer, le agarró por detrás en el transcurso de una discusión por motivos sin importancia, según señaló, y para evitar ser asfixiado tomó para defenderse lo que encontró más a mano en la habitación. Agarró un cuchillo de cocina de la cubertería de la habitación, un arma de mala calidad de tan sólo unos cinco centímetros con el que, haciendo el gesto hacia atrás, golpeó repetidamente en el cuello a Alejandro.

El cuchillo penetró al menos tres veces en el cuello, de forma que le rasgó la carótida y el colombiano nacionalizado italiano murió desangrado. El pánico se apoderó del estonio, que decidió esconder el cadáver junto con los enseres de la víctima y ropa de cama, debajo de ésta.

Ante el juez de guardia reiteró, como hizo ante la Guardia Civil, que actuó en defensa propia cuando discutió con la víctima, otro turista que, como él, venía sólo a la isla. Según su declaración, ambos se pelearon después de que él estuviera harto del supuesto comportamiento «arrogante» de Alejandro. Su testimonio, sin embargo, quedó en entredicho por las pruebas recogidas.

La autopsia reveló que las heridas ocasionadas al fallecido, entre ellas la que le costó la vida, eran incompatibles con una acción en defensa propia y más bien procedía de un ataque directo del presunto homicida

La habitación

A las once de la mañana del día siguiente, martes, la camarera de piso de Apartamentos Puerto de Sant Antoni abrió la puerta de la habitación y vio que toda la estancia estaba llena de sangre, incluso en el pasillo, y que bajo la cama había un cuerpo junto al que se amontonaban sábanas y muchos otros enseres.

Ambos llegaron a la isla en el mismo avión, procedente de Londres. Según el estonio, se conocieron en la parada de autobús y decidieron alojarse juntos en Apartamentos Puerto de Sant Antoni.

«Creo que he matado a mi compañero de habitación»

Tras cometer el crimen y esconder el cadáver, el estonio huyó. Debido a la mala calidad de las fotos de las fotocopias de los pasaportes que ambos dejaron en el hotel, la Guardia Civil confundió a la víctima con el homicida. El error se desveló cuando, días después, Alvar Paas, a quien se creía muerto, se presentó cuando por su propio pie en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Vila y dijo en inglés al agente que estaba en la puerta: «Vengo porque que creo que he matado a mi compañero de habitación».