El propietario de un bar de Sant Antoni de 55 años acabó ayer en el juzgado de guardia dando explicaciones después de que una empleada le hubiera denunciado por supuestamente abusar sexualmente de ella cuando ambos se encontraban en el almacén del citado establecimiento.

La afectada aseguró que el acusado la había cogido de espaldas por las caderas y, ante su sorpresa, éste se había abalanzado sobre ella para a continuación lamerle el cuello.

Según consta en la denuncia que la mujer interpuso ante la Guardia Civil, a partir de esta acción pudo zafarse del presunto agresor, momento en el que él la empujó bruscamente, acción que le ocasionó pequeñas lesiones.

El suceso tuvo lugar sobre las once de la noche de pasado martes cuando, al parecer, el dueño del bar y la camarera se hallaban en el almacén realizando inventario. La víctima llevaba muy pocos días trabajando para el local cuando supuestamente ocurrió el incidente. La mujer se dirigió al puesto de la Guardia Civil después de rechazar al acusado, sin que conste que hubiera habido otras acciones de agresión por parte del sospechoso.