Fin a un amor circense. Las desavenencias entre una pareja búlgara residente en Cala de Bou, profesionales del mundo del espectáculo y que guarda en el domicilio conyugal distintos ejemplares de especies exóticas, han acabado en el Juzgado.

La mujer denunció a su marido, lanzador de cuchillos, tras un supuesto capítulo de maltrato, con alcohol de por en medio, que se saldó con una condena de seis meses de cárcel para el marido y una orden de alejamiento. La pena se sustituyó por trabajos en beneficios de la comunidad.

Pero el hombre se presentó el 28 de noviembre con un ramo de flores en la casa cuando no podía contactar con la denunciante. Ayer tuvo que responder de todo ello en el Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa. El acusado, que en esta ocasión se enfrenta a nueve meses de prisión por quebrantamiento de condena, sustituibles también por trabajos comunitarios, aseguró en la vista oral que creía que su esposa no estaba en la vivienda y que fue allí con la única intención de hablar con una de las dos hijas del matrimonio. Si por este último caso fuera conseiderado culpable, podría revocarse la primera condena y volvería a contemplarse la pena de prisión.

El supuesto quebrantamiento de la orden de protección, que incluye la imposibilidad de contactar con la afectada se vulneró supuestamente después de que el sospechoso remitiera una carta a su mujer con la que, reconoció, pretendía congraciarse. Ayer, en su descargo, afirmó que la misiva había sido escrita antes de que fuera denunciado por primera vez y que ésta le fue entregada a un amigo de él, persona que se la hizo llegar a la destinataria cuando el juzgado había dictado el mandato de alejamiento. «Sólo sé que he cometido un error y que por eso he pedido ayuda en Alcohólicos Anónimos. Estoy muy nerviosos y preocupado porque no sé que va a ser de nosotros», declaró el acusado.

La denunciante no compareció en el juicio por desplazarse a Francia para cumplir con una serie de contratos artísticos de la pareja.

Las mascotas de la extraña pareja

El acusado se encarga ahora de cuidar las mascotas que la pareja necesita para sus actuaciones. Iguanas, boas y palomas forman parte de su particular 'zoológico'. Algunos de estos ejemplares se escaparon en su día pero pudieron ser recuperados.