La chica de 16 años que denunció ante el Cuerpo Nacional de Policía a su padre por agresión reconoció ante el juez de guardia que exageró la versión porque en ese momento estaba enfadada.
La denuncia quedó archivada y el hombre fue puesto en libertad. Los hechos ocurrieron en la calle, frente al bar La Tostada, en ses Figueretes, y en presencia de testigos. La joven dijo al juez que el cabezazo que le dio en el labio fue fortuito y que se produjo mientras discutía. Eso le hizo sangrar abundantemente y alarmó a los testigos, que llamaron a la policía.
En cuanto a las patadas que dijo a los agentes que su padre le había dado cuando estaba en el suelo, reconoció que era falso.
El padre en su momento reconoció que había discutido con la menor y que la había agredido porque era la única manera que encontró de que la chica, que es «muy rebelde», según dijo, entrara en razón.