El condenado subió al taxi de madrugada en esta zona de Platja d'en Bossa y le pidió que le llevaran a Sant Antoni. | Irene G.Ruiz

El rumano D.I.B., de 26 años de edad, ha sido condenado a dos años y medio de cárcel un atraco a un taxista con un cúter cometido este verano en la carretera de Sant Antoni. En la sentencia, emitida por el Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, se considera probado que el acusado, sobre la una y veinte de la madrugada del 8 de septiembre de 2010, se subió en un taxi en la parada de Platja d'en Bossa y pidió al conductor que le llevara a Sant Antoni.

Una vez a la altura del cruce a Can Tomàs le pidió que detuviera el vehículo y «esgrimiendo un objeto similar a un cúter le exigió que le diera el dinero que tuviera», señala la sentencia en el capítulo de hechos probados.

Corte leve

El taxista se negó, «por lo que el acusado le rozó la cara con el objeto cortante», lo que le causó una herida leve, y ademas, le lanzó un puñetazo, le arrancó una cadena de oro que el conductor llevaba al cuello y le rasgó la camiseta.

Entonces, según relató a este diario el taxista al día siguiente del atraco, el acusado abrió la puerta del taxi y huyó en sentido contraria a la dirección de la carretera, es decir, hacia el supermercado de Can Tomàs. D.I.B. se encuentra en la prisión de Eivissa, adonde fue enviado en principio con carácter provisional desde que fuera detenido tres días después de haber cometido el asalto.

El joven había sido detenido en varias ocasiones anteriores por la Guardia Civil.

La rueda de reconocimiento desmontó la falsa coartada

El taxista, un joven de 30 años recién llegado a la isla, reconoció en el álbum de fotos de la policía a su atracador, por lo que pudo ser detenido, y después lo confirmó en la rueda de reconocimiento que se hizo en la cárcel. En el juicio, el acusado dijo que en el momento del atraco él estaba en Sant Antoni con unos ingleses.