Los vecinos afirma que la pareja había discutido varias veces en las últimas semanas. en las proximidades de su casa.

Domingo P.G., el vecino de la calle Canarias de 36 años que anteayer perdió la vida tras arrojarse desde la tercera planta del número 41 después de supuestamente haber agredido con un cuchillo a su mujer, acumulaba un largo historial de denuncias por maltrato.

Había tenido que sentarse en varias ocasiones en el banquillo de los juzgados de lo Penal de la Isla y su persona también era conocida en distintos de Instrucción donde compareció en calidad de detenido. Al menos fue denunciado en seis ocasiones por delitos relacionados por violencia de género, según la información recogida por este periódico. Muchos de los casos se resolvieron en condena.

Muy celoso

Todas las fuentes consultadas coincidieron ayer en señalar en que era una persona de un carácter «difícil y conflictivo» y «extremadamente celoso», temperamento muchas veces alterado por distintos problemas de índole personal. En los juzgados de Eivissa también se le tuvo que tomar declaración por asuntos de resistencia a agentes de la autoridad y también le constaba antecedentes por delitos contra la propiedad.

La Policía Local de Eivissa tuvo problemas con él años atrás después de que precisamente una dotación lo sorprendiera en un coche discutiendo con su pareja. Acabó siendo arrestado por presuntamente enfrentarse a los agentes. Su compañera no quiso presentar entonces denuncia contra él.

Las mismas dudas de su mujer se repitieron sucesivamente durante los últimos años pese a que la pareja, que compartía un hijo de 9 años, intentó en varias ocasiones reanudar la convivencia. La discusión que precedió a su muerte fue escuchada por varios vecinos pero, pese a lo señalado por algunos de ellos, el 091 no recogió ninguna llamada de alerta antes de que Domingo P.G. se lanzara de sede su balcón. Su mujer, con heridas menores en el brazo, cuello y espalda, fue hospitalizada pero ayer obtuvo el alta médica y pudo declarar ante la policía, al parecer, tras trasladarse ella misma a Comisaría. La policía concluía su atestado para presentarlo en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer.